Procedimiento

Reduce las arrugas de la frente, las cejas caídas, las bolsas encima de los ojos, los surcos de la frente y las líneas fruncidas mediante la eliminación del exceso del tejido, la alteración de músculos y el estiramiento de la piel de la frente. Este procedimiento puede realizarse mediante la técnica tradicional, con una incisión en la parte superior de la cabeza justo por detrás del nacimiento del cabello, o utilizando un endoscopio, que requiere hacer tres o cinco incisiones pequeñas pero permite el acceso a las áreas relevantes que hay que tratar incorporando una cámara y un monitor para visualizar las áreas diseccionadas.

Duración

Una o dos horas.

Anestesia

Se administra sedación por vía intravenosa y anestesia local.

Necesidad de hospitalización

Este suele ser un procedimiento en el cual el paciente no requiere el uso de una cama censable.

Posibles efectos secundarios

Cuando se utiliza un endoscopio: Tumefacción temporal, entumecimiento, dolores de cabeza y aparición de moretes. Cicatrices menores. Cuando se emplea el método tradicional, existe la posibilidad de que se produzcan edema (inflamación) y molestias temporales.

Riesgos

Lesiones a los nervios faciales que provocan perdida de movimiento, debilidad muscular, o un aspecto asimétrico, áreas de entumecimiento permanente y formación de cicatrices de dimensiones variables según el caso.

Recuperación

El paciente suele volver al trabajo en siete o diez días incluso antes con un lifting facial endoscópico. El paciente no deberá realizar actividades que requieran un mayor esfuerzo durante varias semanas. La recuperación total de los moretones se alargara hasta las dos o tres semanas. Se recomienda reducir la exposición al sol en los meses siguientes para evitar la hiperpigmentación (manchas) de la frente, que puede producirse por la exposición a la luz solar durante los tres y seis primeros meses tras la intervención.

Resultados

En la mayoría de los casos, el aspecto se mantiene durante cinco y diez años.